De entre todos mis errores volvería a cometer aquel
que me llevó de paseo por tu desnudo torso prohibido.
Te entrego la jurisdicción de mi cuerpo,
aquí y ahora, o a todas horas.
Y vuelvo a caer en ese error,
el que nos hace amantes en sigilo,
el que me incita a pasar la noche entera en vilo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario